“La esperanza de que haya un estado palestino se está diluyendo cada vez más”

julio 17, 2007

Como enviada especial de diario Clarín, la periodista Paula Lugones viajó por Medio Oriente más de una docena de veces y dio conferencias sobre el tema en España y en Washington. Empezó a recorrer la zona en 1992 y ahora es editora de la Sección El Mundo. Habló acerca del conflicto israelo-palestino, donde ahora los territorios están siendo gobernados por dos movimientos contrarios: Al Fatah, presidido por Mahmoud Abbas, en Cisjordania y el grupo radical islámico Hamas, liderado por Ismail Haniyeh, con el poder en la Franja de Gaza, siendo aislado y atacado por Israel. “Deberían primar los sectores moderados de ambos lados para tratar de sacar un acuerdo adelante”, opina Lugones y asegura que hay muchos fanatismos en los dos bandos.

¿Como pueden tomar los palestinos que Abbas haya llamado “socio” al primer ministro de Israel Ehud Olmert?

Hoy hablar de palestinos es un término muy general porque hay muchas divisiones. Probablemente a los más moderados, que son los de Al Fatah, esto les puede resultar una cuestión bastante agradable o pueden interpretar que Olmert puede ser un socio para construir la paz. En cambio, hay otra rama, que directamente desconocen el estado de Israel, que esto lo ven como una traición, que creen que el único camino para obtener el estado es la resistencia y rechazan absolutamente la idea de que el primer ministro israelí sea un socio.

¿En que puede terminar esta política de aislar a Hamas?

Es una realidad evidente que las políticas de aislamiento y de boicot no han funcionado en esta región. Cuando asumió Hamas en enero de 2006 por elecciones democráticas, Israel y todo occidente en seguida boicotearon a este gobierno y los aislaron económicamente. Pensaban que al asfixiarlos el pueblo iba a sublevarse y, entonces, el grupo liderado por Ismail Haniyeh iba a perder apoyo político. No sólo no paso eso, sino que al contrario: el grupo islámico gano más respeto y, finalmente, ahora están de facto gobernando el territorio de Gaza. Entonces, yo personalmente creo que el aislamiento y el boicot no llevan a un buen puerto.

¿Qué actitud deberían tomar?

Lo que se necesita es demostrarle a los palestinos que pueden gobernarse solos para que no apoyen a soluciones más extremistas. No se puede llegar a un acuerdo sin Hamas. Tanto Estados Unidos como Israel deberían tomar la iniciativa política de negociar, buscar un interlocutor valido y tratar que los palestinos tengan su estado, que puedan progresar económicamente y así van a sentir que no necesitan atacar a Israel para sobrevivir.

¿Al gobierno israelí le conviene un estado palestino soberano o mejor sería para ese país que Hamas y Al Fatah se debiliten mutuamente?

Eso es lo que piensan algunos palestinos. La verdad no se qué es exactamente lo que Israel piensa. Lo que creo es que muchas veces los israelíes no quieren negociar, aunque, por supuesto, los palestinos no contribuyen con sus atentados sangrientos y repudiables.

¿Es posible que el gobierno de Olmert ataque Gaza para destruir a Hamas?

No creo que haya un bombardeo masivo y destruyan todo porque políticamente va a ser muy pesado para Israel; pero van a continuar lo que están haciendo ahora, que es realizar bombardeos selectivos. Están matando mucha gente por día.

¿Palestina se encamina a ser una nación con dos estados?

No es viable que existan dos estados palestinos. Si no pudo haber uno, mucho menos va a haber dos. Además, Occidente no va a permitir que uno de esos territorios sea manejado por Hamas. La esperanza de que haya un estado palestino se está diluyendo cada vez más.

Según Susana Khalil, presidenta de la Asociación de Socorro al Pueblo Palestino en Venezuela, a Israel le conviene que Hamas tenga el poder en Gaza para que, como excusa de eliminar a esa agrupación, pueda hacer una limpieza étnica del pueblo palestino. ¿Te parece razonable ese pensamiento?

Es una posición bastante fuerte y no creo que sea tan así. Pero probablemente a Israel le convenga que no haya demasiada tranquilidad en Gaza para seguir justificando su aparato militar y la subvención que recibe de Estados Unidos.

Por Mauro Accurso